Entrevista a Ruben Mendes de Caramelo y Limón
- Última Plana
- 7 oct 2019
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Sara: ¿Cómo nació el proyecto “Caramelo y limón”? ¿A qué debe su nombre?
Ruben: Inicialmente el proyecto nace con un cortometraje realizado por algunos estudiantes de español de la Universidad de Ginebra. Una adaptación del cuento Casa tomada de Julio Cortázar. Al querer proyectar nuestra película, que duraba sólo unos 15 minutos, nació la idea de proyectar otras películas y, porqué no, de crear un festival que se dedicara a difundir películas hispánicas. Así nació el festival Caramelo y Limón.
La elección del nombre hace sonreír a mucha gente por ser original y sorprendente. En realidad, el nombre es una referencia a una película cubana Fresa y chocolate de Tomás Gutiérrez Alea. Para entender el título y su sentido habría que ver la película pero para explicarlo en algunas palabras diría que la estructura y combinación “caramelo” y “limón” alude a la noción de alteridad y tolerancia. En este caso, nuestra voluntad es hacer descubrir la cultura hispánica, amarga por el dolor de las dictaduras pasadas, las guerras y la represión social; dulce por sus rasgos cálidos y alegres.
Sara: ¿Quién está detrás de “Caramelo y limón”?
Ruben: Somos un grupo de 9 estudiantes y todos muy buenos amigos. La mayoría ya nos conocíamos antes, otros llegaron después y desde entonces trabajamos todos juntos para poder proponer, cada año, un festival de calidad con nuevas películas que tratan cuestiones de sociedad como el tema de la migración, el derecho de las mujeres, la homosexualidad o la cuestión del clima por ejemplo.
Sara: ¿Cómo se hace la elección de las películas?
Ruben: Cada año se hace una lista exhaustiva de películas sobre todo con películas recientes que salieron en otros festivales como el Festival de Cannes, de Berlín o de Locarno. También hay películas más antiguas de los años 80-90 o inicio del 2000 para proponer una retrospectiva del cine. Una vez la lista terminada, los miembros del comité eligen las películas teniendo en cuenta varios criterios para lograr una programación lo más heterogénea posible: el país invitado, los temas y/o problemáticas desarrolladas, el género (ficción, documental, animación etc..), la paridad (director/directora), etc… No siempre es fácil llegar a un consenso, cada quien tiene argumentos para defender su “coup de coeur”. Recuerdo que en la 3ª edición sobre la Movida en España teníamos que elegir entre dos películas de Pedro Almodóvar. Éramos 8 entonces en el comité. 4 querían proyectar la primera película, los otros 4 la segunda. Al final, como no logramos llegar a un acuerdo entre nosotros, terminamos proyectando las 2.
Sara: ¿Cómo ha evolucionado “Caramelo y limón” desde su primera edición?
Ruben: La primera edición fue un proyecto piloto y desde la segunda muchas cosas cambiaron (en un sentido positivo). En las primeras ediciones le proponíamos al público escribirnos algunos comentarios o deseos para poder mejorar cada año el festival. Ese fue un punto fundamental y, según mi opinión, una de las razones por las cuales el festival tiene el éxito que tiene hoy en día. Nos pidieron una sala de mayor capacidad, películas retrospectivas, más invitados, etc… Y cumplimos con casi todos los pedidos. Además, desde la segunda edición colaboramos con la Asociación de los Estudiantes de Socio-economía. Fue una voluntad de dirigirnos también hacia una dimensión social más amplia y no sólo cinematográfica y/o cultural.
Sara: ¿Habéis pensado llevar en una próxima edición a algún actor, director, de las
películas expuestas?
Ruben: Sí, cada año es el gran objetivo del festival: invitar a profesores universitarios, embajadores o especialistas del mundo del cine para intercambiar con el público y hablar de temas a veces bastante dramáticos y preocupantes. Tuvimos la oportunidad de hacer venir a varios directores/-oras como Antonio Hens, Juan José Lozano, Margarita Cadenas, Beatriz Flores Silva...
Este año, para la 6ª edición, tenemos a tres invitados: Andrea Beatriz Fabiano (ministra de la embajada de Argentina), la profesora universitaria especializa en cine María Rama, y el director de cine Ernesto Ardito que vendrá desde Buenos Aires a presentar su película Sinfonía para Ana.
Sara: ¿Qué esperáis en las próximas ediciones?
Ruben: Que la gente siga con la misma devoción y el mismo interés por el cine hispánico. Nuestro objetivo es, ante todo, que la gente se divierta y que pueda pasar un buen momento.
Sara: ¿Qué motivo le daríais a los lectores para que fueran a ver una película (¡o más!)
del festival?
Ruben: Cada año mis amigos me preguntan: “¿Cuál película me aconsejas ir a ver? ¿Cuál es la mejor?” Es difícil contestar porque hago con mis colegas la programación y para mí todas son buenas. Cada persona es distinta y tiene sus preferencias. De hecho, este sería un argumento para venir al festival pues hay realmente de todo (comedias, dramas, documentales, películas de animación…) y además para todas las edades. Si a uno le gusta más divertirse, pasar un buen momento, tenemos comedias que valen la pena. Si otro busca quizás algo más serio con una reflexión profunda, también las tenemos.
Sí tuviera que elegir una sola película para los lectores, diría Sinfonía para Ana (el viernes 11 de octubre). No por ser mi preferida o por el tema, sino porque estará presente el director para charlar con el público. Y eso no siempre pasa. Es una gran oportunidad de poder hablar con él sobre todo que viene desde Buenos Aires especialmente para el festival. Hay que aprovecharlo y disfrutarlo.





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