Fragilidad

Por Diana Marcela Valverde

La humanidad había olvidado que es frágil

Y controlaba el mundo construyendo imperios.

Pero un día cesó la vida,

El telón se cerró y como el mecanismo de un reloj, se detuvo todo.

Todos fuimos confinados por temor a vivir, a sufrir, a partir.

Las calles se quedaron sin caminantes, sin coches,

Los parques sin risas, se esfumó el bullicio,

Los días se volvieron cada vez más largos.

Entonces, tuvimos miedo de perder aquellos que amamos,

En las noches llorábamos, perdimos la noción de los días.

Llenábamos nuestro encierro, escapando a otros mundos,

Algunos leyeron libros para visitar mundos ya conocidos,

Otros vieron cine para recordar con tristeza el exterior, inaccesible.

Y las fronteras se rompieron para sentir el dolor del otro

Y el mundo entero lloró la muerte de sus hermanos.

Y el amor creció, porque tal vez nunca entendimos el valor de aquel abrazo,

De aquella caricia que anhelábamos estando tan cerca pero a la vez tan lejos.

Y lamentamos aquella tristeza.

Y quizás después de esto ahora seamos más humanos,

Más conscientes de nuestra fragilidad y de lo efímero que es la vida.